La financiación autonómica vuelve a la agenda política. Es una buena noticia porque el tema es importante y porque nos indica que el conflicto que desde el 2012 se ha centrado en la independencia se está reconduciendo ahora sobre coordenadas exigentes pero más realistas. En pocas semanas hemos tenido la declaración de las instituciones civiles –promovida por la Cambra de Barcelona y contando con el espectro amplísimo de las grandes ocasiones– y la propuesta del Govern de la Generalitat para negociar un tratamiento fiscal singularizado para Catalunya.
Todas las ideas que se han discutido tienen dos vertientes: la organizativa administrativa de cómo gestionar la recaudación de impuestos y la cuantitativa, que afecta a las magnitudes de los flujos de recursos fiscales entre territorios. Hay que distinguir entre ambas pues remiten a problemas y marcos........