Desde hace un mes, Pegasus ha sido noticia en Colombia todas las semanas. El presidente Gustavo Petro denunció en una primera alocución el 4 de septiembre, en pleno paro de transportadores, que el gobierno anterior habría adquirido de manera irregular el software espía de origen israelí. Desde entonces, el debate ha sido intenso y se han publicado numerosas versiones e informaciones al respecto en distintos medios de comunicación, tanto nacionales como extranjeros.
Ayer, el mismo presidente aportó nuevos elementos al caso: acusó a altos ejecutivos de la empresa israelí NSO Group, creadora de Pegasus, de haber aterrizado en el país en dos fechas distintas para cobrar 11 millones de dólares en efectivo por el negocio. La compañía respondió hoy de manera escueta: “Todas las transacciones se hicieron de acuerdo con la ley”.
En La Silla revisamos las acusaciones del presidente, las versiones que han sido publicadas en otros medios sobre Pegasus, lo que ha dicho la empresa y cuáles son las evidencias y los hechos comprobados hasta el momento para detectar los vacíos y preguntas por responder acerca de la supuesta compra y uso de este software espía en el país.
El pasado 4 de septiembre, el presidente Petro dijo en una alocución que tenía en sus manos una carta de la autoridad de inteligencia financiera de Israel (Impa). En ella aparecía información sobre dos pagos en efectivo provenientes de Colombia a la cuenta bancaria de la empresa israelí NSO Group.
El documento era confidencial, ya que se trataba de una comunicación enviada a la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) sobre unas alertas recibidas por la Impa del banco Hapoalim. Petro dijo que, como no tenía relaciones diplomáticas con Israel, se saltaba la reserva para comentar su contenido. Sin embargo, el documento no fue publicado por Presidencia y la única información disponible al respecto es la que dio el presidente esa noche en su alocución, que por momentos era detallada, incluso en números seriales, y en otros, interrumpida por sus comentarios interpretativos.
Lo que dijo textualmente Petro fue lo siguiente: “En julio-agosto del 2021 un banco reportó una actividad inusual en relación con un depósito de 5,5 millones dólares en efectivo en la cuenta de la empresa (…) El pago estaba relacionado con un acuerdo por 11 millones de dólares firmado entre NSO Group y la Dirección de Inteligencia Policial de Colombia (Dipol) para la compra de Pegasus”.
Petro afirmó que hubo dos pagos que ingresaron al banco en Israel: los primeros 5.5 millones de dólares llegaron el 27 de junio de 2021, y el segundo pago por el mismo valor fue el 22 de septiembre de ese mismo año.
El anuncio del presidente no era una primicia. El periodista israelí Gur Meggido, del diario Haaretz, ya había dado una información, aunque con cifras distintas, sobre la supuesta compra de Pegasus por parte de las autoridades colombianas. En marzo de este año, Meggido publicó que desde Colombia se habían pagado 13 millones de dólares, dos millones más que lo que dijo Petro. Además, dijo que el dinero provendría de una incautación al narcotráfico en Colombia, pero no aportó ninguna prueba o fuente verificable que respaldara esta afirmación.
La publicación de Meggido fue retomada y ampliada por Rtvc, el canal del Estado, y la revista Raya, con una línea editorial simpatizante del gobierno. “Virus espía Pegasus lo compró el gobierno de Duque con dineros del narcotráfico”, fue el titular de Raya.
Aunque efectivamente la empresa ya confirmó que hubo un negocio, ni Petro, ni Raya o Rtvc, ni Meggido, ni la misma NSO Group han aportado pruebas de que fueron funcionarios del gobierno Duque o por orden de estos que se realizó esa compra. Tampoco se sabe con certeza a quién fue entregado el software en Colombia y si se hizo con dinero incautado del narcotráfico.
Por otro lado, la teoría de que los 11 millones de dólares, 47 mil millones de pesos, provinieron de una incautación al narcotráfico en Colombia es inverosímil. La incautación de dinero más alta que se ha registrado en los últimos años ha sido de 14 mil millones y fue el año pasado. Esto quiere decir que para juntar 47 mil millones de dólares habrían tenido que esconder más de tres incautaciones de este tipo, sin dejar rastros.
En otros países como México, el dinero que se ha pagado para comprar Pegasus y renovar sus licencias desde el 2013 ha sido más elevado. Según una investigación del New York Times, del año pasado, el Estado mexicano ha pagado 60 millones de dólares por utilizar este software en los últimos 10 años.
Dudas que persisten: ¿La UIAF tiene más información sobre la trazabilidad de ese dinero? ¿El banco israelí sabía que el dinero depositado en........