Cali se pelea con Bogotá la sede de la COP16, el evento de biodiversidad más grande del mundo. A pesar de que Bogotá es la capital y cuenta con mayores capacidades logísticas, desde Cali, políticos de todas las orillas, están enviando un mensaje más político.

La decisión final, sobre el que será el evento internacional más grande que haya hospedado Colombia, está en manos del presidente, Gustavo Petro. Y desde Cali, además de resaltar su fortaleza biodiversa de capital del Pacífico, hay un llamado al gobierno para elegir a la ciudad como un símbolo de paz y trabajo conjunto con las regiones.

El mensaje cala bien con el lema que el gobierno escogió para la COP, “paz con la naturaleza”. Y tiene en el alcalde, Alejandro Éder, y la gobernadora, Dilian Toro, a dos caras de la política lejanas a Petro, pero dispuestas a trabajar con él. Detrás hay una región que necesita al gobierno, y que se arriesga a asumir el reto logístico y los riesgos que implica.

Sin grandes rentas propias, Cali necesita el oxígeno del presupuesto nacional. Y tiene un alcalde, que más allá de la COP, ha cultivado cuidadosamente su relación con el gobierno Petro y con la izquierda de la ciudad.

La Conferencia de las Partes, o COP, por sus siglas en inglés, será el 21 de octubre hasta el 1 de noviembre. Es un espacio que reúne a cerca de 12 mil representantes de cerca de 190 países para discutir, proponer y decidir políticas para atender la pérdida de biodiversidad en el mundo.

Como llegó a Colombia de manera inesperada, luego de que Turquía renunciara a la sede por los efectos de un terremoto, en vez de dos años Colombia tiene solo ocho meses para organizarla. Bajo esa luz, Bogotá es la opción segura. Tiene el centro de eventos más grande de Colombia, Corferias, y una infraestructura mucho más robusta.

Pero fue Cali la primera ciudad en manifestar su interés. Desde diciembre, como alcalde electo, Eder envió una carta de intención al Ministerio de Medio Ambiente. A finales de enero, la gobernadora Dilian Toro y el alcalde Eder, presentaron formalmente la propuesta y recibieron a delegados de la ONU para verificar las capacidades logísticas de la ciudad.

La semana pasada, la ministra Muhamad anunció a Bogotá y Cali como finalistas.

“Esto no es un evento de un fin de semana. Es el segundo evento climático más importante del mundo”, dijo Eder. Los 12 mil extranjeros no serán visitantes de una feria. Vienen a discutir, elaborar documentos, negociar y llegar a acuerdos. Por eso, necesitan salones, auditorios, traductores, varios días de hotel y un montaje logístico complejo, que tendrá los ojos de alrededor de 500 periodistas internacionales. Cualquier problema en la organización tendrá eco global.

El evento es de una importancia simbólica sin precedentes para Colombia y también podría tenerla para Cali. A nivel regional, es un impulso de la región Pacífica, que tiene a su capital geográfica y cultural en Cali. En lo local, representa la oportunidad de volver a ser un referente nacional e internacional como un nuevo vehículo de la paz política que busca la administración de Eder.

“Si hay una región que representa el valor de los pueblos indígenas y afros es el Pacífico colombiano, en donde más del 35% de la tierra está titulada comunidades étnicas o comunidades indígenas”, dijo Angélica Mayolo, exministra de cultura, quien ha sido la encargada de estructurar la propuesta.

Mayolo plantea la realización de un mercado de negocios verdes, con participación de comunidades afro e indígenas. Así como una agenda académica en las diferentes universidades del país.

Pero el principal argumento a favor de Cali es más político que ambiental. Es un chance que tiene el gobierno para demostrar que puede trabajar con sus contrarios, en favor del desarrollo de las regiones. “Lo que estamos buscando en Cali es una paz política. A mí no me interesa estar peleando por cualquier cosa”, le dijo Eder a La Silla en una entrevista reciente.

Así como Jaime Bateman hablaba de un sancocho nacional, Eder está impulsando algo similar en Cali. Una especie de cholado político, endulzado con los colores de múltiples partidos.

El Pacto Histórico entra en la receta, a pesar de las ácidas críticas que le lanzaron al alcalde en la campaña. Por ejemplo, el representante a la Cámara Alejandro Ocampo quiso tumbar la candidatura de Eder con una demanda ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Pero ahora él es uno de los mediadores.

“Nos dimos garra en campaña, pero eso murió el 29 de octubre. Tenemos diferencias, pero Eder ha tenido disposición en trabajar con el gobierno de Gustavo Petro y eso lo valoramos”, dijo Ocampo. Según el congresista, la idea es poder llevar a Cali adelante, porque “es una ciudad históricamente golpeada que los últimos gobiernos no han volteado a ver”. También le dijo a La Silla que está gestionando un almuerzo entre Petro y Eder para las próximas semanas.

Otro de los líderes más representativos del Pacto en Cali es el senador Wilson Arias, quien podría ser la persona que más ha criticado el rol de la familia Eder en el Valle. “La próxima vez que vea a Alejandro Eder haciendo campaña, recuerde que parte de esas campañas han sido financiadas con riqueza que ha surgido desde el despojo y la sangre”, dijo en octubre pasado. Pero hoy la relación es dulce, por cuenta de los beneficios que puede traer a la ciudad el trabajo mancomunado.

“Se mantienen las diferencias, pero una actitud política madura es darle su lugar a cada uno de los aspectos de la controversia política”, dijo el senador Arias. “En la primera conversación que tuve con él me quedó claro que los asuntos de paz son muy importantes para él. Valoro mucho eso”, agregó.

El Pacto Histórico está dispuesto a tomarse el cholado político de Eder, a cambio de que tenga en cuenta los planes del gobierno. Mientras tanto, la bancada del Concejo se declaró en independencia y los senadores están gestionando en Bogotá.

Los compromisos ya firmados van desde la extinción de la deuda de Emcali hasta nuevos recursos para comedores comunitarios. También el impulso a una nueva unviersidad en el Distrito de Aguablanca y el Tren de Ceranías, entre otros temas.

Desde que está en la Alcaldía, Eder no ha desaprovechado ninguna oportunidad para acercarse al gobierno. Que el alcalde de una ciudad capital busque el apoyo del presidente parece apenas lógico, pero en el contexto actual es novedoso, si se tienen en cuenta los altercados entre el presidente y otros alcaldes como Federico Gutiérrez, Carlos Galán y Alejandro Char.

La relación entre Petro y Eder no ha sido cercana. La familia Eder es la dueña del Ingenio Manuelita, que ha recibido dardos de Petro en el pasado, y el alcalde siempre ha hecho política con líderes contrarios al petrismo, como Sergio Fajardo. Incluso apoyó a Rodolfo Hernández en 2022. Sin embargo, ha evitado quedar marcado como opositor.

“La campaña en Cali no fue una campaña de confrontación como en otros lugares. A Eder no le convenía nacionalizar la elección”, dijo el profesor Juan Pablo Milanese, doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad Icesi. “Eso le permitió evitar esa confrontación y probablemente eso hoy se traduzca en una relación menos tensa. Ahora ninguno de los dos tiene incentivos para enfrentarse.”, agregó.

En sus nombramientos, Eder comenzó a sembrar su relación con el gobierno nacional. Nombró al abogado Juan Castilla como enlace con el gobierno nacional —quien renunció tiempo después por denuncias penales en su contra— y algunos de sus secretarios, como Ana Quijano y Tatiana Aguilar, han trabajado con ministros actuales.

Además, Eder tiene en su lista de contactos a Luis Fernando Velasco, que ha vivido en Cali y con quien tiene una buena relación. Así como al minTransporte William Camargo, quien fue secretario de Movilidad en Cali en la Alcaldía de su coequipero Maurice Armitage.

En 45 días Eder se ha reunido personalmente con al menos ocho ministros, entre los que están Aurora Vergara, Mauricio Lizcano, Iván Velásquez y Catalina Velasco. Ya se reunió con la vicepresidenta Francia Márquez y en las próximas semanas podría darse un almuerzo con el presidente. Pero las reuniones no son solo gestos de buena voluntad. También responden a las necesidades particulares de Cali.

“Bogotá tiene un presupuesto gigante y Medellín tiene a EPM, que le pone una plata. Pero Cali necesita la inversión del Gobierno nacional para poder resolver”, le dijo a La Silla uno de los asesores políticos del alcalde, quien pidió la reserva de su nombre por no ser vocero oficial. “No digo que no sea genuino. Pero también es por la necesidad”, agregó.

De acuerdo con el asesor, después de la salida del asesor encargado, todavía no hay un reemplazo que dirija las relaciones con el gobierno. “Más que una persona, son varias. Las señales son evidentes y claras de querer construir una relación que permitan atraer inversión”, dijo.

Se trata de una relación simbiótica donde el gobierno también puede verse beneficiado. Cali y el Pacífico respaldaron decididamente al petrismo en las pasadas elecciones presidenciales y Petro ya puso el ojo en las próximas. Además, al presidente le conviene quitarse de encima la fama de intransigente.

“Necesita demostrar que es capaz de trabajar con los alcaldes, así no sean del mismo partido político”, dijo el representante Duvalier Sánchez, del Partido Verde. “Eder le puede dar resultados al gobierno en lo local, en una ciudad clave”, añadió. “Se desmiente la versión según la cual el presidente de la República tiene una actitud sesgada o sectaria”, dijo el senador Wilson Arias, del Pacto Histórico.

Por eso, Cali podría ser la primera gran ciudad donde el presidente cumpla su promesa de acercarse a las regiones. La apuesta inicial podría ser un escenario mundial de política y biodiversidad que tiene a la ciudad hablando de pájaros, ríos y montañas.

QOSHE - Por la COP, Eder ofrece a Cali como sede de la paz política con Petro - Julio César Caicedo Cano
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Por la COP, Eder ofrece a Cali como sede de la paz política con Petro

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16.02.2024

Cali se pelea con Bogotá la sede de la COP16, el evento de biodiversidad más grande del mundo. A pesar de que Bogotá es la capital y cuenta con mayores capacidades logísticas, desde Cali, políticos de todas las orillas, están enviando un mensaje más político.

La decisión final, sobre el que será el evento internacional más grande que haya hospedado Colombia, está en manos del presidente, Gustavo Petro. Y desde Cali, además de resaltar su fortaleza biodiversa de capital del Pacífico, hay un llamado al gobierno para elegir a la ciudad como un símbolo de paz y trabajo conjunto con las regiones.

El mensaje cala bien con el lema que el gobierno escogió para la COP, “paz con la naturaleza”. Y tiene en el alcalde, Alejandro Éder, y la gobernadora, Dilian Toro, a dos caras de la política lejanas a Petro, pero dispuestas a trabajar con él. Detrás hay una región que necesita al gobierno, y que se arriesga a asumir el reto logístico y los riesgos que implica.

Sin grandes rentas propias, Cali necesita el oxígeno del presupuesto nacional. Y tiene un alcalde, que más allá de la COP, ha cultivado cuidadosamente su relación con el gobierno Petro y con la izquierda de la ciudad.

La Conferencia de las Partes, o COP, por sus siglas en inglés, será el 21 de octubre hasta el 1 de noviembre. Es un espacio que reúne a cerca de 12 mil representantes de cerca de 190 países para discutir, proponer y decidir políticas para atender la pérdida de biodiversidad en el mundo.

Como llegó a Colombia de manera inesperada, luego de que Turquía renunciara a la sede por los efectos de un terremoto, en vez de dos años Colombia tiene solo ocho meses para organizarla. Bajo esa luz, Bogotá es la opción segura. Tiene el centro de eventos más grande de Colombia, Corferias, y una infraestructura mucho más robusta.

Pero fue Cali la primera ciudad en manifestar su interés. Desde diciembre, como alcalde electo, Eder envió una carta de intención al Ministerio de Medio Ambiente. A finales de enero, la gobernadora Dilian Toro y el alcalde Eder, presentaron formalmente la propuesta y recibieron a delegados de la ONU para verificar las capacidades logísticas de la ciudad.

La semana pasada, la ministra Muhamad anunció a Bogotá y Cali como finalistas.

“Esto no es un evento de un fin de semana. Es el segundo evento climático más importante del mundo”, dijo Eder. Los 12 mil extranjeros no serán visitantes de una feria. Vienen a discutir, elaborar documentos, negociar y llegar a........

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