Los ambientalistas que no le copian a la COP16 y protestan en Cali
No todo el ambientalismo que está en Cali entró a la COP. Activistas de distintos lugares del país han llegado a la capital del Valle a cuestionar la COP16 y darle visibilidad a debates regionales como la minería en Jericó en Antioquia, la base militar en la Isla Gorgona en el Pacífico y el Páramo de Santurbán en Santander.
Por su fragmentación y la disparidad en tamaño frente a la COP oficial, por donde 500.000 personas han recorrido la Zona Verde en Cali, no han logrado competir por la atención del público. Pero, en medio del entusiasmo general, estos activistas interpelan la voluntad internacional y el doble discurso del gobierno Petro en problemáticas específicas.
Las cumbres internacionales son un imán de activistas que encuentran en este tipo de eventos los reflectores que normalmente no tienen. Sin embargo, en la COP16 las protestas han sido pequeñas.
Una de las explicaciones es que el principal organizador es un gobierno ambientalista, con un discurso radical frente a la protección de la biodiversidad y la disminución de los combustibles fósiles, lo que le da el respaldo de movimientos sociales, indígenas y campesinos del país, que antes protagonizaron grandes protestas. Muchos de sus representantes hoy están vinculados a las actividades de la COP16.
A pesar de eso, hay quienes han tratado de llevar la contraria. La primera manifestación fue el 24 de octubre, cuando un grupo de 15 manifestantes recorrió la Zona Verde protestando contra la base que busca poner el gobierno en la Isla Gorgona, en el Pacífico. La iniciativa, que viene de 2015, busca construir una estación de guardacostas.
“Atenta contra esta área natural protegida, afectándola irreversiblemente y violó el derecho a consulta previa que la han cuidado en los últimos 40 años”, dijo Anderson Betancur, activista del comité Salvemos a Gorgona. “El gobierno aisló a las organizaciones sociales y ambientales de la Zona Azul, donde se toman las decisiones”, agregó.
Tres días después, los activistas volvieron a recorrer la Zona Verde con una ballena de tela e interrumpieron el evento de lanzamiento de la Coalición de la Paz con la Naturaleza que anunció el gobierno. La viceministra de Ambiente, Tatiana Roa, los dejó hablar en la tarima.
El proyecto se encuentra suspendido por una decisión judicial que le hizo requerimientos de consulta previa, pero el gobierno mantiene el interés en sacarlo adelante, a pesar de lo extraño que resulta que un gobierno de izquierda y ambientalista construya una base militar en un Parque Nacional Natural.
Otra de las protestas fue en la Zona Azul, pero no fue protagonizada por activistas, sino por........
© La Silla Vacía
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