El dilema de Rendón: entre opositor a Petro o pacificador de Antioquia
Desde Necoclí, con el mar de Urabá de fondo, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, sostuvo esta semana que “ante el faltante pie de fuerza, claman (la gente y las autoridades) por más cámaras de seguridad, una cárcel departamental y acompañamiento para combatir la violencia intrafamiliar”.
La declaración la dio tras un consejo de seguridad en la región. Días antes, ante la prensa en Medellín, confirmó que buscaría de nuevo en la Asamblea la aprobación de un impuesto a la seguridad que ya ha generado tensiones en la coalición de gobierno y en el sector productivo. Busca recoger $1,2 billones, en tres años, para invertirlos en lo que dicen necesitar en Urabá: cámaras, dotación policial, mejora de estaciones y una cárcel regional.
El paquete alimenta una de las principales promesas de Rendón, el primer gobernador del Centro Democrático en Antioquia: devolver la seguridad. Pero las medidas, según expertos, son insuficientes ante el fortalecimiento en la región de las disidencias Farc, el ELN y el Clan del Golfo. Mucho más sin una cooperación fluida con la Policía y las Fuerzas Militares, al mando del gobierno Petro, y que, según la Gobernación, han sido poco colaboradoras.
Esa distancia llega a la par de la dura oposición que le hace Rendón al gobierno Petro, lo que le ha dado réditos políticos y visibilidad nacional, a costa de la ayuda de Bogotá. El escenario retrata el choque de banderas de un gobernador que sacrifica parcialmente la seguridad por darle aire a su perfil de opositor.
Aunque el departamento no acapara las noticias por sus turbulencias en seguridad, son varias las alertas por el crecimiento de este grupo armado. Según un informe de la red Cómo Vamos en Antioquia y datos de la Fundación Pares, el Clan ha logrado un control del 52% en el departamento, con corte a septiembre de este año (5% más que el año pasado).
Ahora no solo tiene presencia en Urabá y Bajo Cauca, sino en 66 de 125 los municipios. La presencia del grupo criminal más poderoso del país también llega al Norte, Nordeste, Occidente, Magdalena Medio y Oriente de Antioquia. La avanzada por esta última subregión, la más urbanizada del departamento, la advierten Germán Valencia y Max Yuri Gil en este artículo de Razón Pública.
Los expertos dicen que hoy el Clan busca expandir sus tentáculos hacia la segunda zona más urbanizada del país, los valles de San Nicolás (en el Oriente) y de Aburrá (la región........
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