Del ahogado, el sombrero

Antes del intercambio de sombreros vueltiaos pasó algo. Por fuera del video recortado del discurso, más allá de los márgenes de la foto que la pantalla contiene, transcurría una sucesión de hechos. De esa realidad que no vemos, de esa realidad que poco nos interesa, solo consumimos desaforadamente dosis procesadas. La cápsula que engullimos esta vez se titula: la beatificación presidencial de un criminal.

“Con esta lectura tan simplista hacés un daño tremendo” –le escribió Margarita Rosa de Francisco a Daniel Samper Ospina–. “Del modo en que lo estás haciendo no ayudás a desidiotizarnos”, remató. De Francisco se refería a una publicación en X de Samper en la que puso una foto de Carlos Castaño acompañada de una frase: “Nuevo ídolo de la izquierda petrista”.

No fue la única publicación de Samper sobre el episodio. “Repugnante el amorío de Petro con el Mancuso Humano, el Paraco del amor… “, escribió a la par con una instantánea del momento en que Petro y Mancuso intercambian palabras inaudibles para la audiencia; “Cambiándose el sombrero con el Gran Matarife y todos sus áulicos callados, ya no se quejan ante semejante criminal”, añadió después; “Berto como abogado de Mancuso es la cosa más repugnante que verás esta noche…”, comentó junto con un fragmento del discurso del Presidente. Después los fragmentos se hicieron memes y los memes, promociones para su obra de teatro.

Las raciones de indignación confeccionada sirven para vender boletas, acumular seguidores o recoger apoyo. Pusieron el grito en el cielo periodistas como Félix de Bedout, Luz María Sierra y Diana Saray Giraldo; comentaristas de farándula como Felipe Zuleta –”¡un asco!”,........

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