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Cerrar los ojos y esperar que todo salga bien

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20.12.2025

El optimismo será una actitud o un temperamento. Pero no es una estrategia.

El secreto y las “afirmaciones” no traen consigo buenos resultados, a pesar de lo que prometen algunos autores y tantos gurús e influencers. Esos son tan sólo ejemplos del pensamiento mágico (la idea de que el pensamiento, por sí solo, tiene efectos sobre el mundo).

Por supuesto, el pensamiento mágico funciona aún menos cuando lo que se busca depende, necesariamente, de hacer cosas. Cuando deseamos, por ejemplo, que no le pase algo malo a alguien que queremos, puede que, sin hacer nada nosotros, se cumpla nuestro deseo. Ese viaje a un sitio peligroso salió bien. Esa colonoscopia fue sólo un adormecimiento inexplicablemente liberador, y no mostró nada malo.

En situaciones como esas, el pensamiento mágico puede confirmarse. No hicimos nada, salvo desear y salvo afirmar, y todo salió bien (porque todo iba a salir bien sin importar nuestras afirmaciones o nuestras oraciones).

Pero cuando se trata de situaciones que exigen algo de nosotros, el pensamiento mágico no va a ser (ni parecer, claro) nunca suficiente para conseguir lo que esperamos. A punta de afirmaciones nadie ha pasado un examen ni ha perdido cinco kilos (lo digo con pleno y personalísimo conocimiento).

Ahora estamos embobados y en una especie de embrujo. Pensamos que, a punta de desear, de ser “optimistas” o, aún peor, “optimistas radicales”, el año entrante va a obrarse un milagro político en Colombia. Todo va a funcionar, todo se va a resolver y, al final, el centro colombiano (esto es, en una definición preliminar e inexacta, los........

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