Inmigrantes, apátridas y refugiados
Todos hemos visto y hemos sido informados sobre hordas de personas que, con el corazón partido, la desesperanza a cuestas y parte de la familia de la mano, huyen de la represión política, la falta de trabajo, el hambre, la violencia de las mafias, la discriminación religiosa y la incompetencia de los gobiernos.
El colapso de la soberanía es el punto de inflexión que impulsa a millones de personas a dejar su tierra natal para convertirse en refugiados o emigrantes en busca de una vida mejor. En todos estos casos, los emigrantes dejan atrás un Estado que ya no puede proporcionarles lo que debería ser su derecho: una vida segura y digna.
Al salir de su país, muchas veces la situación no es mejor, pues, sin el amparo de su gobierno de origen y sin la protección plena del derecho internacional, caen en un vacío legal. Los refugiados y emigrantes se enfrentan a la falta de derechos, siendo tratados........
© La República
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