Cuando los valores no están claros, el comportamiento tampoco

En muchas organizaciones, los valores están escritos en una pared, en un documento estratégico o en un manual de inducción. Sin embargo, cuando no están claramente definidos, no se traducen en comportamientos concretos o no se integran en el día a día, los colaboradores se enfrentan a una realidad inevitable: no pueden actuar de acuerdo con lo que no comprenden, no ven y no viven.

La psicología organizacional y la ciencia del comportamiento han demostrado de manera consistente que la claridad de valores es un factor crítico para la coherencia cultural, el compromiso y el desempeño. Sin valores claros, la empresa entra en un terreno caótico donde cada persona interpreta “lo correcto” a su manera, generando inconsistencias, conflictos y un deterioro del clima laboral. La semana pasada acompañé a una empresa en........

© La República