Arranquemos por decir que la propuesta de convocar una asamblea nacional constituyente no tiene ni pies ni cabeza. Sólo nos adentra en un infinito debate de mayor polarización y nos aleja años luz de las verdaderas reformas que necesita Colombia: mientras el país y los políticos se rasgan las vestiduras y se deslucen frente a sus tribunas, al país se le va entre las manos la posibilidad de hacer una verdadera reforma a la salud, una reforma pensional, o una reforma la justicia. Entonces, no tiene ni pies ni cabeza, no porque el sistema no necesite ser reformado, sino porque desgastarse en este debate solo ayuda elevar más alta la cortina de humo sobre la realidad, la violencia, las necesidades del país o los interminables escándalos de corrupción. Lo más grave de todo esto es que nos desenfoca: al país lo saca de........