Presupuesto responsable, no más impuestos
El presupuesto de la Nación es como el que cada familia hace para el año siguiente: debe establecer ingresos, gastos fijos e imprevistos. Imaginemos que, además de la cuota del apartamento, los colegios y la manutención general, surge la circunstancia de que un hijo pasa a la universidad o que uno de los padres ha perdido el empleo. En este caso, la familia tiene dos opciones: o pide prestado o recorta otros gastos como el viaje de vacaciones, el gimnasio o, incluso, vender el carro, pero siempre evitando tener que vender la casa. Este ejercicio de priorizar y ajustar es fundamental para no comprometer la estabilidad financiera familiar.
Lo que no pueden hacer las familias es inflar su presupuesto con dinero que no tienen, o buscar recursos ajenos para cubrir sus compromisos o, en el peor de los casos, dejar de pagar cuentas por........
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