No legitimar

Existe una confusión peligrosa en el debate público colombiano: creer que todo encuentro, evento o conversación es, por definición, un ejercicio democrático. No lo es. La democracia no se define únicamente por el procedimiento, sino por la sustancia moral que protege. Y cuando esa sustancia se diluye, el diálogo deja de ser virtud para convertirse en rendición.

La democracia no existe para legitimar cualquier proyecto político, sino para limitar el poder y proteger derechos que no pueden ser objeto de negociación, porque sin ellos no hay democracia: la libertad, la propiedad privada y el Estado de Derecho. Cuando un actor político cuestiona esos pilares, no estamos frente a “una idea distinta”, sino frente a una negación del marco que hace posible la convivencia democrática.

Iván Cepeda no encarna una discrepancia legítima dentro del........

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