Hoy, como todos los días de las últimas dos décadas, 138.000 personas alrededor del mundo habrán salido de la pobreza. Este milagro cotidiano, invisible para muchos, es el testimonio más poderoso del potencial humano desatado por la libertad. Es una realidad que desafía la retórica del fatalismo y nos recuerda que el progreso es alcanzable cuando la libertad sirve de cimiento.
La libertad, en su sentido más amplio y profundo, es el terreno fértil en el que florecen la creatividad, la innovación y la dignidad humana. Es el camino en el que las personas pueden desarrollar su mayor potencial y así crear cosas que a nuestros antepasados les parecería impensable. Las sociedades que hoy consideramos exitosas no lo son por sus recursos naturales, los países en donde abundan suelen estar estancados, tampoco por el clima, y mucho........