Atrapados en el pasado
Hoy estamos celebrando una fiesta anacrónica, la de la Purísima Concepción. No se piense que lo digo por todo ese entramado mitológico formulado por la Iglesia católica para santificar la virginidad como un don, adornado de virtud, a cuyas consecuencias machistas han sido sometidas las mujeres durante milenios. Lo digo porque se siga manteniendo en el calendario festivo y laboral por imperativo de una costumbre de parte convertida en ley para el todo. Creo que ha llegado el momento de plantearnos en este Estado de derecho aconfesional -como se desprende del artículo 16.3 de la Constitución vigente-, la derogación del calendario católico como pauta de vida oficial en toda España. Cada confesión debería celebrar sus fiestas con derecho pleno en igualdad y sin privilegios por cuestiones del nivel de “militancia” en cada una de ellas. Mantener las conmemoraciones de determinados mitos o........
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