Nuestro bocado más delicado: el choco
Uno de los exultantes gozos que nos ofrece la gastronomía gallega consiste en compartir con un grupo de amigos una fuente de chocos encebollados, teniendo sobre la mesa una brillante botella de ribeiro blanco o albariño, bien fresca. En el estío están muy bien, pero es en los meses comprendidos entre diciembre y febrero cuando están más en comida estos delicados animalitos de discreta existencia submarina. De marzo a mayo se encuentran en desove, aunque su etapa de reproducción es más amplia: comprende de febrero a septiembre, según refiere Rosa Ramonell, en su Guía de los mariscos de Galicia. Añade esta bióloga y buena conocedora del tema, que, en dicho período, en que prima el impulso genésico, el macho adopta una coloración brillante y se vale de uno de sus brazos para fecundar con sus espermatóforos a la hembra. Realiza una modalidad de cortejo que presenta un cariz conmovedor: el esperanzado macho persigue tenazmente a la hembra, haciéndola objeto de caricias con sus tentáculos, que también emplea, por cierto,........
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