Los raros pobladores del río y la huerta
No ha sido este un año muy frío, cosa que los frioleros impenitentes agradecemos mucho. Pero esta climatología impropia y desajustada ha resultado funesta para la cosecha de grelos que incomprensiblemente precisan un ambiente gélido para prosperar. Es el grelo una verdura rara, tanto por el amarguillo de su sabor como por este rasgo, se diría que más propio del biotopo finlandés que del gallego. Ya digo, un espécimen insólito en una huerta colmada de plantas vecinas que suspiran por temperaturas caniculares para medrar y tornarse boyantes.
Los grelos han padecido además un flagelo habitual en Galicia, cual es el exceso de lluvias. Antiguamente, se decía que el espectro del hambre entraba nadando por estos pagos. Menos mal que las florecientes conservas, y otros procedimientos de conservación de los que disponemos en estas últimas décadas, han contribuido a aliviar el problema: me consta que no han sido pocos los que prorrumpieron en jubilosos........
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