En esta Navidad, el infantilismo trae sobrecarga de todo el año. La profundidad en las cuestiones diarias, la gobernabilidad del país y las propuestas más publicitadas así lo han venido poniendo de manifiesto. Adoptar un perro es ya más importante que pensar en tener un hijo, ir en patinete es guay y vivir en un loft debe ser la aspiración de todo moderno. Los cines y teatros compiten en buscar el escándalo como las exposiciones para instruir a los más jóvenes.
En un mundo donde la política se ha convertido en un juego de apariencias hay menos niño Jesús y el personaje Papá Noel se erige como un símbolo de promesas vacías
Todo ello acompañado de la teoría de que trabajar poco es el éxito y que hay que pedir todas las ayudas posibles para alistarse a los enganchados a las nuevas plataformas y canales de comunicación sociales caracterizadas por la conversación y la interacción entre los........