Perdóname, Pedro...

Por no haberte creído. Sobre todo cuando clamabas exigiendo que todos pidieran disculpas al fiscal general del Estado por no encontrar nada en su teléfono. ¿Y cómo va a aparecer nada si lo borró todo? Eso dista mucho de que su actuación fuera legítima o culposa. Apenas pone de manifiesto que, si le prendes fuego al pajar, al apagarse los rescoldos ya no queda nada.

Eso no obsta para que en su momento el mentado fiscal general del Estado admitiera públicamente haber sido el responsable de filtrar los datos de Alberto González Amador, a pesar de asegurar en su momento que investigarlo “causaría un deterioro al recto funcionamiento de la Justicia”, y aquí no pasa nada.

Esta es una muestra más de la triste semblanza que azota al país. Un Gobierno que, en lugar de desmentir, embiste. Con la boca grande dice que confía en la Justicia, pero en cuanto oye algo que no le gusta, carga contra la........

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