Pedro Maduro
A poco que se analice la historia de la democracia desde 1978, se puede certificar de manera reiterada el síndrome de Moncloa, por el que los sucesivos presidentes del Gobierno se endiosaron, pese a que su divinidad mostró diferentes signos.
Cuenta la leyenda que el primero en padecer dicho síndrome fue Adolfo Suárez quien, intentando maniobrar bajo la presión de un monarca que reinaba y también gobernada -o al menos, mangoneaba más que el actual, que sólo representa-, se dio de bruces con un golpe de Estado cuando quiso ponerle freno, pasando de ahí a los infiernos de la minoría parlamentaria, con un partido en rebajas, marchando finalmente a la jubilación sin saber de la misa amén,
Le tocó luego el turno al señor de los bonsáis, Felipe González, un presidente sospechoso de ser el Señor X de la triste narrativa de los GAL, que por el día podaba árboles en miniatura y por la noche, “alguien” le metía machetazos........
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