Defendamos la democracia liberal

El sistema de gobernanza social, política y económica que habitualmente se denomina democracia liberal está hoy más amenazado que nunca, y uno de los motivos es la exigencia y autoexigencia que sobre él pesa y que no se aplica, en cambio, a ningún otro régimen pasado ni presente. Se trata de la idea, ya obsoleta y manida hasta la saciedad pero aún extendida, de que una democracia sólo es tal si permite la participación irrestricta en su proceso electoral y político, y notablemente la de aquellos que de forma explícita o más sutil pretenden acabar con ella. En efecto, a ningún otro sistema se le ha exigido semejante suicidio, ni él mismo se lo ha autoimpuesto.

Sí, es un debate difícil, pero a grandes males, grandes remedios. No están las cosas para hacer más el tonto. Esto es Weimar

¿Alguien se imagina al comunismo ortodoxo de Corea del Norte perdiendo unas elecciones libres y cediendo el poder a un partido político demócrata? Y sí, en Corea del Norte se celebran elecciones, pero por supuesto están circunscritas al omnímodo Partido del Trabajo y a un par de comparsas, como el llamado Partido Socialdemócrata. De la misma manera, ¿alguien se imagina en la Rusia “Z” de Vladimir Putin la concurrencia real de formaciones políticas adversas al régimen actual, entre........

© La Región