JUEVES, 4 DE JULIO

La sagaz periodista Lucía Montáns acaba de hacer una entrevista a un emigrante que triunfó en los Estados Unidos con un importante restaurante, Sevilla. Estaba situado en el Village, en el corazón de Nueva York.

Bienvenido Álvarez, después de su larga aventura en la ciudad neoyorquina, regresó a Ourense y a Quintela de Leirado, donde nació. Le contó a Lucía que por el restaurante pasaban muchas estrellas. Contó cómo un anochecer entró en el local un cliente con albornoz y calzones. Era el mítico director de cine Quentin Tarantino. “Lo puse de patitas en la calle. En España, que adoramos a las celebridades, seguro lo hubieran atendido. Pero aquello es América y no hay excepciones”.

Te cuento, hermano lector, ese día le muestro la página del periódico a Jose, el barman del Café Latino. Se queda sorprendido y me dice: “Pero Jaime, ¡Si en ese restaurante, Sevilla, trabajé yo algunos años a las órdenes de Bienvenido! Fue una gran experiencia. Sí es cierto que uno de nuestros platos estrella era el caldo gallego.........

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