Malas hierbas
Esta ciudad tiene un largo idilio con el jazz. Recuerdo aquel músico que llegó a hacer la prueba de sonido con insultante arrogancia: “Este es un pueblo, lo despacho con un puñado de estándares y algún guiño a Louis Armstrong”. En la barra estaba el histórico barman Jose. Le sirvió con elegancia y le fue mostrando las fotografías que cubren el local, donde están muchos de los músicos que han actuado en el Café Latino. Me contó Jose: “A medida que iba viendo las fotos de Kenny Garrett, Russell Malone… créeme, aquel hombre que iba a tocar esa noche iba empalideciendo. No dijo nada, engulló su bourbon, su rostro mutó en humildad, llamó a sus músicos y salieron veloces del café. A la noche se dejó la piel en el concierto”.
Sorprende que una extraña ciudad como esta sea uno de los abrevaderos de los grandes del jazz. Por aquí ha pasado todo dios; el inolvidable Tete........
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