Hoy, medio siglo después, tengo que recordar aquello

Perdón por hablar de uno mismo, que es algo que un periodista solo puede/debe hacer en ocasiones excepcionales, en las que haya vivido en primera línea acontecimientos inéditos. Pero es que yo viví, como informador muy bisoño que por primera vez viajaba al país vecino, los acontecimientos ocurridos -este 25 de abril se cumplirán cincuenta años- en el Portugal de la “Revolución de los claveles”. Y pienso que me llega el momento de recordar, con la nostalgia que proporciona saber que aquello fue irrepetible y, sin embargo, sigue sirviendo de ejemplo aquí, al este del Alentejo y de la Serra da Estrela.

La inolvidable imagen de los soldados, hartos de las guerras coloniales, que se lanzaron a las calles de Lisboa para imponer la democracia a punta de fusil rematado con pacíficos y amistosos claveles y que coparon las portadas de todos los periódicos del mundo. Fue toda una campanada en la España franquista: el Portugal salazarista salía, de la mano de un general pintoresco, con monóculo y polainas, Antonio de Spínola, de una........

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