Abel o la ruleta del tiempo simultáneo |
En una y otra orilla de la hispanidad, tengo buenos amigos, lectores de rigor, gente atrincherada en el búnker de sus bibliotecas, que defienden aquella tesis de que sólo los clásicos podrían depararnos alguna sensación de novedad, porque todo lo contemporáneo es insulso, baladí e insuficiente. A mí, en lo personal, varias veces me despeinó el golpe de ala de esa idea que alenté durante cierto tiempo.
No hay pesimismo que resista la germinación atroz de la esperanza: con ciertos autores, con ciertas voces de hoy, he tenido la sensación de que todo está por descubrirse, de que lo excepcional, lejos de estar gastado,........