De fortuito encuentro con Jesus de Juana, jubilado doctor de historia Contemporánea en el Campus de esta ciudad, además de político, él de compra tempranera de pan y yo a ella; entretuvimos el breve ocio de unas palabras para incidir sobre algunas cosas tan de pasada, que solo nos dió para comentar la desmesura de nombres que se han dado a lugares públicos, edificios sobre todo, también de la dimensión, como investigador de los años de terror franquista, del hoy catedrático Julio Prada, además de un somero repaso a su época docente que hace reflexionar, como a tantos, la cronología al retiro condena, precisamente cuando se hallan en el culmen del saber y la experiencia. Aún me atrevo a darle el consabido consejo de que el estudio, el escribir, la investigación que de tanto asiento, de él deben levantarse para dar un paseo, refrescar la mente, que a veces se atasca en la rutina de un prolongado reposo. Y esto a propósito, porque él me trae a colación mis montaraces excursiones
Me despido, o ambos a la vez, del historiador del que discípulo por algunos meses, para la compra de pan que también él porta, saludar a Sita en Punto Negro, y darle la tabarra a un ilustrado, mendigo ocasional, que entre los inspiradores de un reciente artículo, del que me pasmo que ni aun........