México necesita un tranquilizante colectivo
No hemos llegado ni a la mitad de septiembre y el 2024 ya es, sin duda, uno de los años más intensos a nivel político y social en el México contemporáneo. Y la semana que termina representa un capítulo que merecerá mención aparte.
El sexenio que está finalizando, ciertamente se caracterizó por encontrar la forma de mantener a la sociedad polarizada en los distintos temas de la agenda política, pero quizá pocas veces —o como nunca antes— se había visto el fenómeno social que desató la discusión por la Reforma judicial.
México pareció quedar dividido en dos bandos, tan desequilibrados como radicalizados, en la manifestación de apoyos a un tema complejo, que seguramente el ciudadano de a pie no alcanza a entender con claridad, pero sí entendió que había que pertenecer a un bando y hacer sentir su rigor. Algo socialmente peligroso.
La discusión de la Reforma al Poder Judicial incendió los ánimos de quienes están en contra, tanto como los que apoyan a la mayoría legislativa que echó mano de todos sus recursos para sacar adelante —y a toda velocidad— dicha iniciativa.
La presencia en las calles de los........
© La Razón
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