Hay años extraños. 1981 fue así. Alegrías no hubo muchas, pero una de ellas, el triunfo de Fernando Valenzuela en la Serie Mundial marcó aquellos días en que ya empezaban a soplar los vientos de una crisis que se prolongaría por más de un lustro.
El precio del petróleo había caído, lo que significaba que se terminaba la época de una abundancia que nunca se administró y de la que hubo que pagar el costo de sus celebraciones para empezar con un recorte del gasto público del 4%.
El director de Pemex, Jorge Díaz Serrano, renunció y con el tiempo terminaría en la cárcel.
Venía algo fuerte, aunque no podíamos imaginar sus dimensiones, pero que se concretarían, un año después, en la nacionalización........