Adriana Dávila quiere ser la presidenta del PAN. Puede serlo. Tendrá que enfrentar a toda una estructura, anquilosada en ese partido, que respalda al diputado Jorge Romero.
La maquinaria ya está funcionando. Se van alineando liderazgos en respaldo de Romero, para que nada cambie. El asunto es que no hay condiciones para que esa dinámica prospere.
Dávila, conocedora del asunto, de los resortes que activan a la burocracia, les apuesta a los militantes que han perdido presencia y voz en las decisiones de los años más recientes.
Está convencida de que tiene que ir a buscar a los panistas, y eso es en lo que pondrá todo su empeño en las próximas semanas. Primero, juntar firmas, y luego, ganar la contienda........