La política económica comienza a parecerse a un espectáculo teatral donde hay un escenario, un guionista, unos actores protagonistas y secundarios y un productor que es quien financia el evento asumiendo el riesgo. Todos deberían estar alineados para alcanzar objetivos, pero parecen haber intercambiado sus roles, poniendo en riesgo el éxito de una obra donde las escenas parecen salir de un guion inalterable.
Como cada año, el aumento anual del SMI parece la representación de una obra maestra de corte dramático, una “tragieconomedia” donde hay unos héroes que luchan por la justicia social de algunos trabajadores, enfrentándose a unos malvados empresarios, armados con enormes beneficios. Se trata de una batalla épica que está perdida de antemano por los maliciosos y que conlleva efectos secundarios sobre un telón de fondo que viene decorado con caída de márgenes, pérdidas y despidos por parte de muchas empresas que luchan en el escenario con sus números, como arma, intentando seguir con vida.
En este espectáculo, el gobierno, apoyado por los sindicatos, busca la ovación del público, ejerciendo funciones de guionista, actor principal y director de escena imponiendo el “storytelling”........