Vivir en paz es un deseo de todos los seres humanos. La guerra cansa y, cuando se extiende demasiado, se convierte en una condena insoportable. La suma de los agravios se va acumulando y eso nos enferma, nos deforma, nos enloquece. Borrarlo todo, curarlo todo, se vuelve algo dificilísimo. La paz nos parece muy lejana, inaccesible, una quimera.
No obstante, como lo enseña la historia —sin mentir ni exagerar— hay momentos en los que podemos vivir en paz. Tanto así, que llegamos a acostumbrarnos a ella.
Dicho esto, es preciso distinguir dos maneras de entender la paz. La primera es una paz oscura, que se vive como la tregua previa a una guerra por venir. Esa paz se puede........