Se celebró en Roma, del 1 al 8 de agosto, el XXV Congreso Mundial de Filosofía. Esta reunión de filósofas y filósofos del mundo entero es un acontecimiento extraordinario que nos permite conocer las principales temáticas de la filosofía mundial. El espectáculo de encontrarse con filósofos de los cinco continentes brinda una imagen de la unidad y la diversidad del género humano, de sus inquietudes comunes —varias de ellas milenarias—, así como de sus retos más específicos —que muchas veces dependen de las circunstancias concretas en las que viven los pensadores que acuden al encuentro—.
El título del congreso, en esta ocasión, fue “La filosofía a través de las fronteras”. Conviene detenerse por unos instantes en el título, ya que nos da una pista del sentido que los organizadores quisieron darle al encuentro. Lo que se propusieron fue impulsar un diálogo filosófico global que vaya más allá de las fronteras de todo tipo: geográficas, raciales, culturales, lingüísticas. No se pretende ignorar o, peor aún, borrar esas fronteras,........