¿Qué se siente que te roben?

La pregunta es retórica. Todos sabemos que se siente horrible. Incluso cuando el robo ha sido pequeño, sin violencia, de ésos que pasan inadvertidos, uno no deja de sentirse pésimo, de padecer una sensación de agravio, indefensión, humillación.

Por desgracia, todos los mexicanos tenemos anécdotas de robos que contar. Las más terribles son las de los asaltos a mano armada, ya sea en la calle o en el hogar. Es indignante enterarse de que por unos pocos pesos los maleantes sean capaces de herir o incluso matar a personas inocentes.

Nadie, por rico que sea, deja de resentir que le arrebaten sus posesiones. Además del valor material de lo perdido, hay que tomar en cuenta el valor sentimental.........

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