En el jardín del Edén
El americanismo despertó en el cielo. Con la estrella número 14 bordada en su escudo, presume ser más grande que nunca, alejándose otro peldaño de sus perseguidores en la lista histórica de triunfadores, el más cercano (dos de diferencia), el que más lo sufrió anoche, Chivas.
El americanismo despertó en el cielo. Con la estrella número 14 bordada en su escudo, presume ser más grande que nunca, alejándose otro peldaño de sus perseguidores en la lista histórica de triunfadores, el más cercano (dos de diferencia), el que más lo sufrió anoche, Chivas. Este América podrá presumir que no sufrió en la temporada regular, y que en la fase decisiva de la Liguilla, sólo en la vuelta de la final, y por sus propios pecados en la ida, sufrió antes de culminar la obra de un héroe desconocido, un auténtico bombero, André Jardine.
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