Hoy es el último día del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y, sin duda, le deja a su sucesora, Claudia Sheinbaum, un país en una situación mucho más compleja de como él lo recibió en 2018.
Hablemos de inseguridad. Este sexenio ha sido el más sangriento de la historia, casi 200 mil muertos.
Este fin de semana para cerrar su sexenio, AMLO en un acto nuevamente en Sinaloa, para inaugurar la zona de riego de la presa Santa María, incluyó en su discurso:
“Durante todo el Gobierno no tuvimos ningún problema, fue en estos últimos días, en estos últimos meses, por una decisión que tomaron, que no fue correcta, y que se fraguó en el extranjero. No somos colonia, somos un país libre, independiente y soberano”.
Claramente se refiere a la detención en Estados Unidos de Ismael El Mayo Zambada y de Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán.
No es preciso lo que dice el Presidente, que la violencia se desató apenas hace unos días, pero sí es verdad que los miembros del Cártel de Sinaloa (CDS) se están disputando el control del cártel ya sin El Mayo Zambada y que la violencia se ha intensificado.
Lo cierto es que López Obrador se ha querido deslindar de la detención de Zambada y se le nota en su tono de discurso, su furia con las agencias de investigación de Estados Unidos que hicieron un trabajo de inteligencia impecable, del cual no le han informado nada a México.
Me decía una empresaria de Culiacán que no podía cumplir con sus pedidos porque había balaceras y las empresas de paquetería no estaban llegando a ciertas rutas.
Su comentario fue: “Estamos como en pandemia”, refiriéndose a que muchos ciudadanos de Sinaloa........