Desde junio los acontecimientos económicos, financieros y políticos han despertado mucho nerviosismo y volatilidad en los mercados, incrementado los temores sobre un choque adverso sobre la economía mexicana.
El impacto negativo del entorno —interno y externo— se ha traducido concretamente para México en un aumento del riesgo país y la consecuente depreciación del tipo de cambio que ya ronda los 20 pesos por dólar (una depreciación de 17% respecto al nivel previo a las elecciones).
Considero que los factores de riesgo internos tienen preponderancia en la actual coyuntura. El resultado de las elecciones que proporcionó una mayoría calificada en el Congreso a la alianza oficialista, la reforma al Poder Judicial y la posible eliminación de los órganos autónomos han incrementado la incertidumbre entre muchos inversionistas generando mayor y más intensa........