Tiempos electorales, tiempos de reflexión, de diagnóstico, de resaltar logros, errores y pendientes, todo ello dependiendo de qué lado de la contienda se ubique el discurso proselitista.
Pero también se exponen proyectos de país que involucran una cantidad bastante generosa de propuestas tendientes en primer lugar, a ganar la preferencia de los electores, y en segundo término a dar forma al proyecto de país que perfila cada una de las opciones políticas.
Confirmo este orden de importancia de ambos objetivos de las propuestas, porque a la luz de lo visto en las distintas campañas electorales pareciera que el monto y dimensión de algunas propuestas no vislumbran las limitaciones presupuestales a las que va a tener que enfrentarse en los años próximos.
La cantidad de promesas y propuestas es generosa, ambiciosa y en algunos casos parece ser inalcanzable. Sólo pongo como........