Segundas oportunidades, entre lo normativo y la dignidad humana |
La Ley 2208 del 2022 prometió ser un avance humanista: quien pagó su deuda penal no merece exclusión perpetua del trabajo digno. Ofrece incentivos fiscales y sellos para empleadores. Pero tras este discurso noble se esconde una fractura profunda del sistema sancionatorio que condena a miles a una muerte civil silenciosa.
Detrás de cada expediente hay vidas rotas, familias precarizadas, profesionales con décadas de experiencia convertidos en desempleados crónicos, niños que crecieron viendo la dignidad de sus padres pisoteada. No son números. Son personas que claman por coherencia jurídica y humanidad.
Considere a un servidor público que gobernó en tiempos de violencia extrema. En el 2011 suscribe preacuerdo: 48 meses de prisión e inhabilidad equivalente. Cumple. Pero la Procuraduría, por los mismos........