Omar Estacio Z.: El más malandrín de la Historia
Después de jactarse de sus inexistentes dotes guerreras, para mofarse de mister Trump y Lula Da Silva, quien terminó como el peor agraviado con el chiste barato que invadiría Puerto Rico, fue el Pueblo puertorriqueño –como si este último necesitase de un narcotirano para autodeterminarse.
Hecho lo cual, el supuesto “Libertador” se retiró a pasar la madre de trona mental con que andaba –“¡Ay me cansé!”– a sus aposentos, que no son más que el centenar de escondrijos esparcidos por el territorio de la República. Todos a profundidades, mínimas, de 150 metros, a prueba de artefactos nucleares, misiles con ojivas químicas, pedradas “po´el coco” o “po´el jocico”, de mentadas no precisamente de menta, de drones supuestamente magnicidas como el de aquella tarde, en la avenida Bolívar, Caracas, cuando dejó a merced del enemigo, sola, triste y abandonada a su........
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