Justo Mendoza: Estamos obligados a coincidir

Justo Mendoza

El conflicto por el control del poder desde sus factores constitutivos no es una novedad. ¿Cuánto tardó Stalin en recuperar las capacidades de liderazgo en las fuerzas armadas soviéticas debilitadas por las purgas políticas de la década de los ’30, al costo millonario de muertos? ¿En cuánto contribuyó al debilitamiento político del liderazgo del generalísimo Francisco de Miranda la animadversión de Roscio o del Márquez del Toro contra aquél, al costo de un gran ejército derrotado y el atraso por años de la liberación? Y acercándonos en el tiempo, la inútil “guerra federal” cuando teníamos a la mano la Constitución de 1858; o “la rebelión de los náufragos” para echar a un presidente que, más allá de sus aciertos o no, le quedaban apenas unos meses en Miraflores.

Solo unos de muchos, todos estos eventos inducidos, desencadenados como resultados o en proceso tienen un punto en común: la autoreferencialidad (y la relativización de la racionalidad del propósito colectivo) de los actores políticos que ha llevado a sobreimponer sus propios intereses o privilegiar proyectos, todo por encima de los intereses fundamentales del proceso político general de la nación, que en Venezuela nos es caro y doloroso.
Creyéndose patriotas y honestos, o sabiéndose traidores y........

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