Tras la victoria de Milei en Argentina, el advenimiento de Vox en España, las experiencias de Bolsonaro y Trump en Brasil y USA, surge con más fuerza el discurso que apela, defiende y alza la bandera, en otros momentos impresentable, de la privatización de todo. Las expresiones se hacen groseramente cotidianas: “es que nada es gratis en esta vida”, “la gente tiene que ser responsable de sí misma”, “cuando el Estado interviene fracasa” y, pues, en el caso de Venezuela, lo que en discurso anhelan los sectores más conservadores y retrógrados, en la práctica, lo lleva a cabo el “presidente obrero” en nombre del “Socialismo”. La prueba: la Crisis Humanitaria Compleja.
Cualquier persona que asiste a algún centro de salud público puede explicar su experiencia de forma muy concreta: casi no hay médicos, ni enfermeras (producto de los bajísimos salarios), los equipos, insumos y medicamentos son inexistentes, las instalaciones no tienen agua y frecuentemente falla la electricidad, el paciente debe........