Guido Sosola: Pérez Jiménez y Uslar Pietri, o la pasión antipartidista
Las dictaduras del siglo XX venezolano, tajante e inequívocamente, fueron antipartidistas. Y llegaron tan lejos que ha quedado un enorme como incómodo prejuicio transmitido de generación en generación, al igual que caló profundamente aquella noción del gendarme necesario.
El problema está en que, llámese como se llame, no hay una modalidad específica de hacer la política ciudadana, sino a través de los partidos. Unos más imperfectos que otros, gozan de una semejante conformación, estructura, organización, cuadros, mensaje, y sentido estratégico para hacerse de la dirección del Estado que no, del Estado mismo.
En el contexto de la filosofía positivista ya de larga data entre nosotros, después de los prolongados gobiernos de Castro y Gómez, y la terquedad de López Contreras al interponerles las Sociedades Cívicas Bolivarianas, reaparecen los partidos, además, modernos, con Medina Angarita y la llamada Revolución de Octubre los hace fundamentales, o excesivamente........
© La Patilla
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