El Nuevo Pacto Venezolano: Libertad, Capitalismo y Justicia para una Nación del Siglo XXI, por Dayana Cristina Duzoglou Ledo |
En 1958, el Pacto de Punto Fijo marcó un antes y un después en la historia política de Venezuela. Fue un acuerdo entre las principales fuerzas democráticas del país para garantizar la alternancia pacífica en el poder, consolidar la democracia representativa y evitar el retorno de regímenes autoritarios. Gracias a ese pacto, Venezuela vivió décadas de estabilidad institucional, crecimiento económico y avances sociales sin precedente en la región. Sin embargo, con el tiempo, los vicios del clientelismo, la corrupción y el populismo erosionaron sus cimientos, abriendo paso a una era de autoritarismo, censura y colapso económico: la sórdida Era Chávez-Maduro.
Hoy, tenemos un presidente y se llama Edmundo González Urrutia, un diplomático sabio y audaz que pronto se juramentará para asumir las riendas de un pais destrozado tanto física como moralmente.
Los tiranos han comenzado a negociar cada uno por su parte y saben que deben ceder, por lo que el país se prepara para un renacimiento democrático. Esta vez, el desafío es mayor: no se trata solo de recuperar la democracia, sino de reinventarla. El nuevo pacto venezolano debe ser más ambicioso, más moderno y totalmente blindado contra los errores del pasado. Debe integrar la tecnología, el capitalismo competitivo y una justicia implacable para construir una nación libre, próspera y preparada para liderar en el siglo XXI.
La libertad como fundamento
La libertad no es solo un derecho; es el motor que impulsa la creatividad, la innovación y el progreso. En la Venezuela que se avecina, la libertad de expresión, de prensa, de asociación y de empresa deben ser sagradas. La censura, la persecución política y el control estatal de los medios deben quedar relegados al basurero de la historia. Según Reporteros Sin Fronteras, Venezuela ocupa el puesto 159 de 180 en el........