David Morán Bohórquez: Los sectores donde el petróleo seguirá siendo indispensable |
Es un error simplificar la transición energética como una lucha binaria entre renovables y fósiles.
El debate sobre el futuro del petróleo está marcado por un malentendido recurrente: la idea de que la transición energética implica su desaparición. Sin embargo, el análisis de la demanda sectorial revela que la reducción del consumo provendrá principalmente de aquellas actividades fácilmente electrificables —transporte ligero, calefacción, generación eléctrica—, que hoy representan la mayor parte del uso de crudo. Pero al mismo tiempo, ciertos sectores estructuralmente más complejos conservarán una dependencia prolongada del petróleo, con implicaciones geopolíticas de primer orden.
La realidad es mucho más compleja, ya que el consumo de petróleo está experimentando una reconfiguración significativa en lugar de una desaparición total. Es fundamental entender que la transición energética es un proceso asimétrico, aunque indetenible.
El peso actual del petróleo por sectores
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), en 2022 la demanda mundial de petróleo se desglosó aproximadamente así:
Transporte por carretera: 45%
Petroquímica (plásticos, fertilizantes, solventes): 14%
Aviación y transporte marítimo: 11%
Industria pesada y otros usos energéticos: 18%
Otros (agricultura, usos residenciales, etc.): 12%
Este perfil muestra que casi la mitad del petróleo consumido se concentra en un segmento —vehículos de combustión interna— que ya enfrenta un proceso acelerado de sustitución. La electrificación de flotas y el ascenso de la movilidad compartida, junto con regulaciones de emisiones, configuran un horizonte de declive.
Pero el resto de la demanda, lejos de ser marginal, corresponde a sectores donde la sustitución tecnológica es lenta o incierta.
Un perfil de uso más detallado y actualizado (2024) de la consultora Rystad, muestra el consumo global por sectores además del tipo de producto petrolero que consumen.
Sectores en declive: la base actual del consumo
Hoy, más del 55% de la demanda petrolera global proviene de actividades que cuentan ya con tecnologías sustitutas viables y competitivas. Estos sectores serán los principales responsables de la caída proyectada en el consumo hacia mediados de siglo:
Transporte terrestre de pasajeros y carga ligera (autos y camionetas, ~25% de la demanda): La electrificación avanza a gran velocidad, con ventas de vehículos eléctricos superando el 15% global y metas regulatorias en Europa, China y EE. UU. que restringen la venta de autos a combustión a partir de 2035. El petróleo será desplazado principalmente por electricidad renovable y, en menor medida, por biocombustibles.
Generación de electricidad y calefacción (15%): El fuel oil y el diésel pierden terreno frente al gas natural, las renovables y, en algunos mercados, la energía nuclear. El carbón y el petróleo para generación son ya marginales en países desarrollados, y la tendencia se acelera en mercados emergentes.
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