En estos días, el gobierno de Nicolás Maduro desató toda su ira contra la banda Rawayana, un grupo musical venezolano integrado por jóvenes que expresan, a través de su arte, las realidades geográficas, sociales y culturales de nuestro país.
La verdadera razón de este ataque brutal es su identificación con los valores y liderazgos democráticos. Maduro, como cualquier persona, tiene derecho a escuchar, aceptar o rechazar cualquier género o grupo musical. Sin embargo, alguien investido de autoridad no tiene el derecho de usar su poder para denigrar a otros ciudadanos, censurar su arte o perjudicar su desempeño profesional.
Ante esta agresión ilegítima, una joven cercana me preguntó:........