Antonio Ledezma: La brújula engañosa de Fidel Castro

Fidel Castro, figura central y polémica del siglo XX latinoamericano, proyectó una imagen que oscilaba entre el héroe revolucionario y el dictador implacable. Su habilidad para manipular narrativas y seducir a las masas con discursos encendidos lo convirtió en un ícono, pero también en una amenaza para la democracia en la región. A través de tres discursos fundamentales y su intervención en la ONU, podemos desentrañar la brújula engañosa que orientó su proyecto político, un legado que no solo marcó a Cuba, sino que extendió sus tentáculos hasta Venezuela, donde Hugo Chávez sucumbió a su influjo, rindiendo la soberanía de su país a los designios de La Habana. Fidel Castro se las arreglaba para tener esa ascendencia hipnotizadora y marcar la agenda en nuestro ámbito. Frente a esta maquinaria de propaganda, Rómulo Betancourt, con una lucidez premonitoria, como lo detallaremos más adelante, identificó desde temprano el peligro que Castro representaba para las democracias latinoamericanas. Betancourt olfateo sus verdaderas intenciones “diplomáticas” y propagandísticas, teniendo muy claro lo que sería capaz de hacer el avanzado aparato castrista de inteligencia e infiltración.

Los discursos medulares de Fidel Castro

1- “Discurso de la Sierra Maestra (1957)”

En plena lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, Castro pronunció desde la Sierra Maestra un mensaje que resonó en los corazones de millones. Prometía una revolución democrática, elecciones libres y respeto a los derechos humanos. Este discurso fue la carta de presentación de un Fidel que se vendía como paladín de la libertad, ocultando sus verdaderas intenciones. Su retórica, cargada de idealismo, capturó la imaginación de una generación ansiosa de justicia social, pero omitió el giro autoritario que pronto tomaría su régimen.

2- “Discurso del 26 de julio de 1959”

Ya en el poder, Castro pronunció un discurso en el aniversario del asalto al Cuartel Moncada, consolidando su figura como líder indiscutible. Aquí comenzó a perfilarse su verdadera agenda: un régimen comunista alineado con la Unión Soviética. Habló de “revolución para los........

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