De los mismos creadores del Socialismo del Siglo XXI, de los mismos patrocinantes de los Círculos Bolivarianos, de los Colectivos armados y de los Patriotas Cooperantes, surge ahora la ley contra el “fascismo”. Encuadernada, con cuatro capítulos y 30 artículos, los mismos promotores de la ley contra el odio que establece penas hasta de 20 años a los que promuevan protestas contra el régimen y articula una amenaza abierta contra los partidos políticos opositores, hoy en su mayoría judicializados, coloca en su mira persecutoria a los languidecidos medios de comunicación y regula a las redes sociales, lleva a su maniatada Asamblea Nacional la proposición de aplicar, sin miramientos, un nuevo instrumento legal para justificar lo que de hecho ya vienen haciendo, so pretexto de “preservar la convivencia pacífica, la tranquilidad pública, el ejercicio democrático de la voluntad popular, el reconocimiento de la diversidad, la tolerancia y el respeto recíproco, frente a agresiones de orden fascista”.
Bien podría llamarse ese nuevo revoltijo legalista la “ley del cinismo”. Al mismo estilo orwelliano hablan de resguardar la convivencia, los mismos gobernantes que llevan 25 años glorificando los fallidos golpes de estado encabezados por Hugo Chávez los días 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992. Son los responsables del deslave humano más grande de la historia de nuestro continente. Son propiciadores de odios sociales, los que adiestran a sus conmilitones a mirar y tratar a los disidentes, no como adversarios, sino como “enemigos a los que hay que perseguir a muerte”. Son los que patrocinan asaltos a la propiedad privada, además de apresar, torturar y asesinar a los divergentes políticos (acciones de perpetración de crimines de lesa humanidad), los que se llenan la boca pronunciando exclamaciones a favor de la........