Alfredo Álvarez: Su vuelo ha sido cancelado |
Tengo sobradas y motivadas razones para estimar como una muy mala noticia la suspensión de los vuelos internacionales desde y hacia Maiquetía al término de este 2025. La política dirigida por la Casa Blanca destinada a combatir a los Carteles del Narcotráfico colocó en un suspenso diferido, la esperanza de ver a mis seres queridos en esta navidad. Ariana la Bella, Leo su marido, La Infanta Coral, así como su hermano, el príncipe Cristopher – el nuevo nieto nacido hace dos meses en Ciudad de Panamá- habían previsto visitarnos en esta incierta navidad. Todo un evento; que al igual que los vuelos internacionales, quedan pospuestos hasta el final de este sordo combate de insinuaciones y amenazas veladas en que se convirtió nuestra cotidianidad.
Se atribuyen a los aviadores estadounidenses más de 30 vuelos militares y maniobras estratégicas de tanteo a lo largo del último mes, con efectos de alto impacto en la tensión regional, vigilancia de defensa y política internacional. Fuentes de rastreo público como FlightRadar24 han confirmado la presencia continuada de aviones emblemáticos como el bombardero estratégico B-52H Stratofortress y cazas F/A-18 Super Hornet, así como aeronaves de alerta temprana E-2 Hawkeye. Estas aeronaves realizaron vuelos recurrentes en zonas internacionales muy próximas a la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía. Creo que les llaman vuelos furtivos, y son parte de esa liturgia de estira y encoge que en se convierten los conflictos bélicos de estos días.
Además, señalan las autoridades –en concreto, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) de España- que existe un riesgo crítico derivado de interferencias electrónicas en los sistemas de navegación y los instrumentos de vuelo de las aeronaves que operan en ese espacio aéreo. Se reportaron «interferencias electromagnéticas que afectan las señales de radio ayudas de navegación y los sistemas GPS», lo que compromete la seguridad del control del tráfico aéreo y la operación de los vuelos tanto en ruta como en alrededores del aeropuerto.
A principio de mes la Bella dijo en un corto diálogo de domingo vía WhatsApp, que si para la navidad, “los barquitos” seguían llevando a cabo ese extraño rito de turismo bélico por estos lares, para ellos no será seguro venir desde Ciudad de Panamá hasta Barquisimeto. Sus retornos desde acá, siempre han sido unas experiencias llenas de tensión angustia e incertidumbre. Esos retornos derivaron en una especie de ruleta rusa, llenos de obstáculos, inconvenientes y carencias en la operatividad de vuelos y aeropuertos. Ahora su viaje luce mucho más improbable.
Las últimas dos o tres veces, no ha sido un trámite fácil para retornar a su nuevo hogar en Ciudad de Panamá, todo se resumía a algo parecido a un bording pass muy hostil y traumático. Al incrementarse el factor riesgo, ya no por una causa atribuible a “condiciones normales para un vuelo” a un factor de confrontación bélica, el cuento cambia. Ver a la nieta amada y conocer al nuevo heredero de nuestros afectos, era la más preciada recompensa. Esa misma, que nuestra alma de abuelos taciturnos aguardaba por ver coronada. Esperaremos vientos mejores.
Para trasegar el mal sabor -y la mala leche- que me produce la noticia intento un juego de imaginación para superar el peso de la frustración. La suspensión de los vuelos internacionales, puede ser homologada a varias figuras literarias en términos metafóricos. Un recurso al que apelo para que me ayude a matizar, y a describir su impacto y el significado de este enredo matricial. La primera que se me ocurre es el “aislamiento”, un suceso que simboliza un encierro, o un corte abrupto del flujo vital, afectando la comunicación y movilidad. Nada mal, pero debe haber más todavía.
Pienso en la palabra desconexión. Ahora la cosa va como si un puente que une mundos se rompiera, dejando incomunicados a quienes dependen del tránsito aéreo. Caos, aquí se representa una interrupción súbita que desordena las actividades regulares, generando incertidumbre y descontrol. O también un caso de “silencio forzado. El aeropuerto como espacio normalmente bullicioso se vuelve silencioso y vacío, señal de estancamiento y la falta de actividad.
Viene a mi mente el actor Tom Hank, quien interpreta a Viktor Navorski, un hombre de un país ficticio de Europa del Este que queda atrapado en la terminal del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York porque su país sufre un golpe de Estado durante su viaje, dejando su pasaporte inválido y siendo incapaz de entrar a Estados Unidos o regresar a su tierra natal. La historia, dirigida por Steven Spielberg, aborda temas de burocracia, supervivencia y humanidad en un contexto migratorio complejo «The Terminal».
Una última imagen con la que juego por esta vez, es la fragmentación. La continuidad de viajes y relaciones se fragmenta, separando familias, negocios y culturas en lados opuestos sin un puente que les permita el anhelado reencuentro. Pienso en el aeropuerto de Maiquetía y en su amable mural de Cruz Diez. El mural brilla por su dinamismo visual bajo mis pies, haciendo uso de colores vibrantes que logran una experiencia visual atractiva, amable repito, para los pasajeros y visitantes de la terminal. Esta obra se considera un símbolo de bienvenida y un reflejo del vigor cultural venezolano, recordando a los viajeros la riqueza artística del país en un entorno muy transitado y de paso internacional.
El mural es más conocido como «Cromointerferencia de color aditivo», y es considerado una de las obras más emblemáticas y admiradas del artista venezolano y además un referente del arte cinético a nivel mundial. Esta pieza, creada entre 1974 y 1978, ocupa una superficie de aproximadamente 2608 metros cuadrados, incluyendo pisos y paredes laterales en áreas clave del aeropuerto. Cada vez que lo miro y observo me siento complacido por todo lo que nos significa, en especial para aquellos que regresan, y los que tienen la familia dispersa por todo el mundo conocido. Cruz Diez los despide y también les ofrece una cálida bienvenida.
Aterrizo sin novedad. El volumen habitual de pasajeros en Maiquetía, antes de las recientes suspensiones, refiere que por alli se totalizan entre 4 a 5 millones de pasajeros anuales, lo que representa un rango promedio mensual entre 330,000 y 420,000 pasajeros. ?? Usted puede imaginar el silencio de 420.000 almas, reunidas en un coro de presencias que saludan la libertad y la........