Me gusta pensar en las cosas imposibles, en esos de repentes que la madrugada enseña y me han hecho ávido aventurero, peregrino en las travesías de pensadores y viajeros, para superar la distancia entre la fábula y la realidad.
Los duendes de mi nostalgia tramaron la conspiración, se aliaron como ángeles, o como pájaros, para tejer la red de seducción con hilos de lectura y la complicidad sentimental de la música, sentadas ambas a orillas de........