Menos activismo y más política pública
Hoy el país está en modo ambiental, una de esas causas buenas, como la paz, que la izquierda convierte en narrativas populistas fáciles de asimilar y, por eso mismo, difíciles de rebatir sin ser estigmatizado como enemigo, de la naturaleza en este caso, o de la paz, como sucedió en el gobierno Santos con medio país.
El gobierno Petro levantó la bandera ambiental, incluso ante el mundo, con un reduccionismo que aplaude la galería y espanta a sectores informados: Si no descarbonizamos el planeta, la vida se extingue; una verdad a medias que convirtió a los combustibles fósiles en objetivo central y a ¡la ganadería! en otro gran enemigo de la naturaleza, con ataques que, como presidente de FEDEGÁN, no puedo dejar pasar.
Es inadmisible que el Ministerio de Minas........
© La Opinión
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