Historias para llevar

Siempre me ha llamado la atención aquellos autores que, pudiendo elegir prácticamente cualquier temática, centran su obra alrededor de la comida y ni qué decir de aquellos que, redoblando la apuesta, hacen girar libros enteros sobre un alimento en particular.

Deliciosas limitaciones autoimpuestas a nivel creativo que elevan el grado de dificultad de su producción literaria con resultados fascinantes.

Mo Yan (Nobel 2012) seguramente es el gran maestro culinario de las letras con textos que van sobre el sorgo (“Sorgo Rojo”), el vino (“La República del Vino”), el ajo (“Las Baladas del Ajo”) o la carne (“¡Boom!”) y donde el acto de la consumición constituye un pilar esencial de la narrativa. Toda una carta de alternativas que se pueden catar como un menú de degustación.

Si a esto se le agregara la........

© La Opinión